Me he venido hasta aquí (...) para hablar sólo un poco, muy poco, con algún transeunte y preguntarle una dirección. En esta ciudad, donde la respuesta es siempre la misma: "Destra, sinistra, sinistra, destra, destra, sinistra e altra volta sinistra".

Antonio Gala: Los papeles de agua.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Espíritu rebelde: la caída de Lucifer en el Club Dumas.


(…) Resulta curioso el hábito de aplazarlo todo para el final, a modo de último acto de una tragedia…  Cada uno arrastra su propia condena desde el principio. En cuanto al diablo,  sólo es el dolor de Dios, la cólera de un dictador cogido en su propia trampa. La historia contada del lado de los vencedores.

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-        ¿Cuándo ocurrió?
-          Hace más tiempo del que puedes concebir. Y fue muy duro.  Peleé cien días y cien noches sin cuartel ni esperanza… (…) Ese es mi único orgullo, Corso, haber peleado hasta el final.  Retrocedí sin volver la espalda, entre otros que también caían de lo alto, ronca de gritar mi coraje, el miedo y la fatiga… Por fin me vi, después de la batalla, caminando por un páramo desolado, tan sola como fría es la eternidad…   todavía, a veces, encuentro una señal del combate, o un antiguo compañero que cruza por mi lado sin atreverse a levantar los ojos.
-          ¿Por qué yo entonces? ¿Por qué no buscaste en el otro bando, entre los que vencen?...  (…)
-          Porque la lucidez no vence jamás.  Y nunca mereció la pena seducir a un imbécil.


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