En cualquier caso, cada vez que piso
París, me asalta una pregunta: ¿se
abandona alguna vez, esa ciudad?.
Raimon Portell.
Viajes. National Geografic,36.
“Hay en el aire, en el aspecto,
en el sonido de París no sé que extraña influencia que no se encuentra en ninguna
otra parte. Es un lugar alegre, eso no se puede negar. En ningún otro sitio se manifiesta mejor que
aquí (cuando se manifiesta) el encanto de los climas templados, con su aire
húmedo, sus cielos rosas tornasolados o nacarados con los tonos más vivos y
sutiles, los brillantes escaparates de sus tiendas delicadamente abigarrados,
la amabilidad de su río, ni demasiado estrecho ni demasiado ancho, la dulce
claridad de sus reflejos, el aspecto desenvuelto de sus habitantes, activos y
ociosos a un tiempo, su sonoridad confusa donde todo se armoniza, donde cada
sonido, el de la población marinera y el de la población urbana, responden a
una proporción y un orden maravillosamente fortuitos. (...) en París
la vida está en todas partes; todo parece aquí más vivo. Y sin embargo es
dulce, pues cualquiera puede gozar del momento presente, dejarse mecer por el
movimiento y el murmullo de esta ciudad alocada y sabia donde lo imprevisto ha
establecido su reino desde antiguo(...) París quiere vivir; lo desea imperiosamente”.
George Sand, Soñar en París.
“África se me presenta fría y lluviosa, a mi llegada una mañana de mayo.
No he precisado tomar el avión ; me ha bastado con un corto viaje en metro. Me
he apeado en Barbés, en la frontera entre el Magreb y el África negra.
(...) Camino un trecho bajo la lluvia de
este maldito mes de mayo y llego a la calle Polonceau, en la frontera con
Chateau Rouge , el barrio histórico del
África negra en París y, anteriormente, lugar de acogida de las
sucesivas oleadas de inmigrantes magrebíes , asiáticos y europeos. (...) Chateau Rouge no es tan solo un barrio
exótico en cuyo mercado se vende ñame, batatas , pescado de Senegal o cerveza
de Costa de Marfil. Estas cuatro calles
son el eje de la “Europa
africana”. Los comerciantes africanos de Alemania, Gran
Bretaña o Italia efectúan sus compras aquí”.
Africanos en París. Jean-Marie Bretagne. National Geografic
“Ir a París sin ver el café
sería como ir a Egipto y no ver las Pirámides”
“El
parisino toma en él su chocolate y lee su periódico, se toma su taza de
café.(...) El café es el centro de la vida pública de París:(...) Aquí se
discute sobre la política y las diversiones del día. (...) No es fácil
describir el café parisino a un lector: los espejos que reflejan todos los
objetos hasta el infinito, las cornisas doradas, el suelo lleno de serrín, las
mesas d patas de hierro, la estufa alemana cargada de vajilla (...) Van pasando
las horas y los ociosos de después de la cena van llegando; (...) Los asientos
de fuera se llenan; se ríe, se está a gusto, se bebe sirope y se habla.”.
Donald Grant Mitchell. en Francia
y los Franceses vistos por los viajeros americanos,1814-1848.
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