Aquí hay fantasmas, -dijo Bran. (…) Fantasmas muy antiguos,
de antes de los tiempos del Viejo Rey, hasta de antes de Aegón el Dragón, los
de setenta y nueve desertores que se fugaron hacia el sur para convertirse en
bandidos.
Uno era el hijo menor de Lord Ryswell, de manera que cuando llegaron a los Túmulos buscaron refugio en su castillo, pero el propio Lord Ryswell los hizo prisioneros y los devolvió al Fuerte de la Noche.
El Lord Comandante hizo excavar agujeros en la parte superior del Muro, metió en ellos a los desertores y los enterró vivos en el hielo. Tienen lanzas y cuernos, y todos miran hacia el norte. Los llaman los setenta y nueve centinelas. En vida abandonaron sus puestos, de manera que muertos montan guardia eternamente.
Uno era el hijo menor de Lord Ryswell, de manera que cuando llegaron a los Túmulos buscaron refugio en su castillo, pero el propio Lord Ryswell los hizo prisioneros y los devolvió al Fuerte de la Noche.
El Lord Comandante hizo excavar agujeros en la parte superior del Muro, metió en ellos a los desertores y los enterró vivos en el hielo. Tienen lanzas y cuernos, y todos miran hacia el norte. Los llaman los setenta y nueve centinelas. En vida abandonaron sus puestos, de manera que muertos montan guardia eternamente.
George R.R. Martin Canción de Hielo y Fuego 3.
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