La Unificación Alemana.

A partir de 1834 Prusia sigue siendo el principal Estado Alemán por su potencial económico. En torno a Prusia se forma una Unión Aduanera, el Zollverein, una unión comercial que unificaba a gran parte de los Estados del norte de Alemania.

Esta unión comercial constituyó el primer paso importante que habría de conducir a la unificación política posterior.

Junto a las ventajas económicas de la unificación, había otros condicionamientos de carácter político e ideológico, alentados desde círculos intelectuales. El romanticismo apoyó y facilitó el crecimiento en Alemania del concepto de nación.

La figura del canciller alemán, Otto von Bismarck, se erigió como el gran artífice de la unidad de Alemania en torno a su país, Prusia.

La decisión de abordar la unificación de Alemania en torno a Prusia llevaba inevitablemente al enfrentamiento armado con Austria, enfrentamiento que Bismarck no rehuyó.

Fases de la Unificación Alemana

1.- La cuestión de los Ducados.

En los ducados de Schleswig, Holstein y Lauenburgo predominaba la población de origen alemán, pero estaban gobernados por el rey de Dinamarca.

El rey danés Federico II murió sin descendencia, lo cual abría la posibilidad de la incorporación de los ducados a Alemania.

Bismarck consiguió que Schleswig y Lauenburgo  fueran administrados por Prusia.  Holstein sería administrado por Austria.

2.- Guerra Austro-Prusiana.

El arreglo anterior dio origen al enfrentamiento austro-prusiano, porque a estas alturas (1865) el movimiento unificador alemán había cobrado tal fuerza que Austria se sentía desplazada de toda intervención en Alemania.

Bismarck no temió el conflicto: las reformas militares que se venían realizando en Prusia habían convertido a su ejército en la mejor máquina de guerra del Continente: su potencial económico podía respaldar la acción bélica.

En la batalla de Sadowa el general Moltke destrozó al ejército austriaco.

3.- Guerra franco-prusiana.

Tuvo como pretexto la sucesión al trono español, vacante desde el destronamiento de Isabel II en 1868. Prusia apoyaba la candidatura de un Hohenzollern, a lo cual Francia no estaba dispuesta. Napoleón exigió a Prusia la promesa de que ningún principe alemán aspiraría al trono de España.

Un telegrama de Guillermo II, emperador de Prusia, manipulado por Bismarck, obligó a Francia a declarar la guerra a Prusia.

En Sedán y Metz (1870) los prusianos derrotaron a los ejércitos franceses. Esto significa la caída del Segundo Imperio Francés.

Bismarck convence al resto de príncipes alemanes de las ventajas de la unión con Prusia.  En Enero de 1871 el rey de Prusia se proclama Emperador de Alemania.