Me he venido hasta aquí (...) para hablar sólo un poco, muy poco, con algún transeunte y preguntarle una dirección. En esta ciudad, donde la respuesta es siempre la misma: "Destra, sinistra, sinistra, destra, destra, sinistra e altra volta sinistra".

Antonio Gala: Los papeles de agua.

miércoles, 24 de abril de 2013

Grándola, 39 años de la Revolución de los Claveles.


Día 25 de abril de 1974 Pasaban 20 minutos de la medianoche cuando la canción de José Afonso 'Grandola, vila morena' sonó a través de Radio Renascença.

 ‘Grandola Vila Morena’ fue la señal para el alzamiento militar dirigido por jóvenes capitanes del ejército portugués que acabó en Portugal con la dictadura más longeva de Europa, implantada en 1933 por Antonio de Oliveira Salazar.
Auspiciada por oficiales de izquierda, puso fin al denominado ‘Estado Novo’. El entonces primer ministro, Marcello Caetano, tuvo que abandonar el gobierno; las últimas colonias portuguesas en África lograron su independencia,  y el general Antonio de Spínola fue elegido primer presidente de la transición.

Grándola se convirtió así en emblema de la Revolución de los Claveles, una revuelta capaz de implantar la democracia sin derramar una sola gota de sangre.

 ¿Por qué se le llamó Revolución de los Claveles? Miles de portugueses llenaron las calles de Lisboa la mañana después del golpe para celebrar el fin de la dictadura con claveles blancos y rojos. Son muchas las imágenes grabadas en la memoria de los portugueses, sobre todo la del soldado con el clavel rojo en el cañón de su escopeta.

 
José Afonso había compuesto la canción en 1964 como homenaje a la sociedad musical Fraternidade Operaria Grandolense de la villa de Grândola, un pequeño pueblo del Alentejo.  José Afonso estrenó la canción en 1972 y la publicó en el álbum 'Cantigas do maio'.

El propio Afonso no tuvo conciencia de que 'Grandola vila morena' había pasado a la historia.   Contaba José Afonso que sólo se dio cuenta de su significado meses más tarde: "La cantaban en los momentos de peligro y en los de mayor entusiasmo". La canción había sonado, el 29 de marzo anterior al levantamiento, en un concierto en el Coliseo de Lisboa. Entre su público estaban algunos de los conjurados del 25 de abril que, emocionados, escogieron su melodía como símbolo.